Como véis, amigos senderistas, a nuestra querida Señora de los Colgarejos le emocionó su reencuentro con el mar hasta el punto de querer besar a las suaves algas. Aunque, ¿en qué estaría pensando? ¿En hacerse unos colgarejos con ellas?
Un saludo, amigos.
/Güille/
viernes, 30 de noviembre de 2007
jueves, 1 de noviembre de 2007
El Tirano
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