
En la excursión de Serra da Capelada, tuvimos ocasión de ver otra de las famosas metamorfosis del Gnomo Rey Ricardo. La de la fotografía ocurrió cuando halló una roca perfecta para colosos. ¿El resultado? Observadlo vosotros mismos.
Aprovecho para mandaros un saludo. Por cierto, que me cayó una escoria de metal sobre la uña del dedo gordo del pie derecho, y vi las estrellas de la galaxia más lejana. Por suerte, el Sr. Oscuro me hizo una de sus mágicas curas, y podré ir con vosotros mañana, casi sin problemas.
/Güille/